«Aquí estoy, Señor, como un grano de arena en el desierto.
Aquí estoy, Señor, a pie descalzo en tu espera.
Aquí estoy, Señor, con el corazón abierto a la escucha.
Aquí estoy, Señor, buscando paz en tu respuesta.
Quiero estarme junto a ti, sentado a tus pies,
sin pensar ni buscar, sensible al que llega.
Quiero hacer escucha de mi corazón aturdido.
Quiero estarme en gratuidad contigo, aquí y ahora.
Quiero unificar mi ser y ser en tu ser...